La reforma de la Ley del aborto está provocando una creciente respuesta entre los colectivos feministas, que, ante la amenaza de lo que en su opinión supondrá el regreso al aborto clandestino e inseguro, convocaron el pasado 16 de mayo movilizaciones por todo el país, logrando convocar a miles de personas ante las sedes del Partido Popular de 28 ciudades. El denominado escrache feminista fue convocado por la Campanya pel Dret a l’Avortament Lliure i Gratuït, inicialmente en Cataluña, aunque pronto se convirtió en nacional tras su difusión por la Coordinadora Estatal de Organizaciones Feministas. Las reivindicaciones quedaron claramente expresadas en el manifiesto de la Campanya: “El derecho a decidir no puede limitarse por unos supuestos conservadores decididos por gobiernos cambiantes. Si queremos rebajar el número de abortos, no lo penalicemos. Queremos relaciones igualitarias, anticonceptivos gratuitos y al alcance de todo el mundo. Derecho a decidir y aborto libre y gratuito. El aborto es un hecho. La educación sexual y afectiva una necesidad”.
En Madrid, la protesta feminista finalizó frente al domicilio del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, cercano al lugar donde se ubica la sede nacional del Partido Popular y fuertemente custodiado por la Policía. Momentos de tensión se vivieron en difernetes ciudades como Valladolid o Alicante; en la capital, la movilización terminó con varios heridos y dos hombres mayores de edad detenidos.
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