La protección de las mujeres que han sido víctimas de abuso sexual en México es prácticamente inexistente. El aborto es legal en todo el país en los casos de violación, pero las trabas que a menudo les son impuestas para acceder a él las llevan a abortar clandestinamente, cuando no a situaciones paradójicas como la ocurrida a María de Lourdes. El caso de esta joven de 27 años ha sido denunciado por organizaciones como Sí hay Mujeres en Durango y el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE). Tras someterse a un aborto de manera legal después de ser secuestrada y violada por su ex novio, la modificación realizada en la versión de los hechos ante las amenazas sufridas, ha conducido a la cárcel a la joven, mientras que su agresor, considerado en su día un riesgo para la sociedad, permanece ahora libre.
El aborto es legal en México cuando el embarazo es producto de una violación, pero “el acceso efectivo de las mujeres a las causas legales de aborto es bastante precario o nulo”, denuncia la organización GIRE en el informe que ha hecho público titulado Omisión e indiferencia. Derechos reproductivos en México. En los últimos 5 años tan sólo se han emitido 39 autorizaciones para practicarlo, cuando los casos de abuso sexual se elevan a 131.400 al año. En 2010 el aborto fue causa del 11% de las muertes maternas en México; entre los años 2009 a 2011, 679 mujeres fueron denunciadas por el delito de aborto; sólo una de cada cinco mujeres que realiza un aborto clandestino busca u obtiene atención hospitalaria. Estos son solo algunos de los datos extraídos del citado informe, que en el apartado relativo a la anticoncepción de emergencia, indica que a pesar de existir la obligación de las instituciones públicas del Sistema Nacional de Salud de ofrecerla en un plazo no mayor a 120 horas, solo 15 de los 32 estados la proporcionan. En 2010 un estudio del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres denunció que de 339 mujeres violadas en 2009, a ninguna se le informó que tenía derecho a utilizar la píldora de emergencia.
La autorización para abortar le llegó a la joven María Lourdes después de cinco semanas de espera. Ahora se encuentra en prisión porque “cometió el delito de aborto engañando a las autoridades y alentada por quienes la apoyan, siendo que no fue resultado de una violación”, señalan las autoridades judiciales. Julieta Hernández, presidenta de Sí Hay Mujeres en Durango, tiene claro que la justicia penal no tiene en cuenta la perspectiva de género.
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