La Organización Mundial de la Salud (OMS) en colaboración con Onusida, el Fondo de Población de las Naciones Unidas y la Red Global de Proyectos de Trabajo Sexual, han publicado un informe en el que se recogen una serie de directrices para prevenir el VIH en la prostitución, al entenderse que las personas que se dedican a esta actividad tienen mayor riesgo de contagio de ésta y de otras enfermedades de transmisión sexual.
El informe pretende conformar un marco para desarrollar estrategias que permitan reducir el riesgo de contraer VIH por parte de los profesionales del sexo y sus clientes, así como las parejas habituales de estos últimos; brindar atención a los profesionales del sexo que viven con el VIH; y reformar las políticas, prácticas y leyes oficiales para proteger los derechos humanos de los trabajadores sexuales.
La OMS reconoce que en muchos países ya existen programas de prevención de estas enfermedades, si bien, como señala el director del Departamento de VIH/Sida de la OMS, Gottfried Hirnschall, muchas prostitutas “tienen dificultades para acceder a ellos ante el temor al estigma, la discriminación y, en algunos casos, la violencia”. Entre las medidas contempladas en el documento se incluye la petición a los gobiernos nacionales para que “avancen hacia la despenalización del trabajo sexual”. Al mismo tiempo se recogen algunas recomendaciones para quienes ejercen la prostitución como el uso correcto de preservativos y la realización de controles periódicos y voluntarios para detectar posibles enfermedades.
En relación con las personas que ejercen la prostitución, la región con mayor tasa de infecciones por VIH es el África subsahariana, donde más de un tercio de este colectivo padece VIH. A continuación se encuentra Europa del Este, América Latina, Caribe y Asia.
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