Cumplir años no debería ser un problema para seguir disfrutando de unas relaciones sexuales placenteras. La sexualidad nos acompaña durante toda nuestra vida, pero según envejecemos experimentamos cambios a los que hemos de adaptarnos y aumentan las probabilidades de padecer diferentes enfermedades. Es importante mantener unos hábitos saludables que incidan positivamente en cuerpo y mente: cultivar las relaciones sociales, realizar actividad física acorde al estado de salud, cuidar la higiene personal y las horas de sueño, mantener activa la mente, y, por supuesto, llevar una alimentación saludable que proporcione energía y aleje el riesgo de padecer enfermedades. De igual modo que es recomendable acudir al médico para prevenir o frenar el avance de las enfermedades, es importante pedir orientación profesional adecuada para mejorar la vida sexual, dejando de lado miedos, inseguridades y prejuicios. Vivir de forma saludable ayudará sin duda a que las relaciones íntimas de las parejas maduras sean más placenteras, y encontrar el tratamiento o la terapia adecuada servirá para que la nueva realidad no afecte a la vida íntima.
También para las personas mayores es importante disfrutar del contacto corporal, la comunicación, y la seguridad que produce sentirse querido y deseado. Quizá sea preciso más tiempo para llegar a la excitación, quizá haya que explorar nuevos lugares, nuevas posturas o nuevos estímulos. No existe un único modelo de relación sexual, lo importante es aceptar los cambios naturales que conlleva el paso del tiempo y continuar disfrutando de las relaciones sexuales de forma positiva, pues ello redundará en salud y felicidad y fortalecerá física y psicológicamente.
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