El escándalo suscitado en toda Alemania a raíz de la negativa de dos hospitales de Colonia a atender a una joven presuntamente violada, con el argumento de no poder expedir la píldora del día después por contradecir los principios de la Iglesia católica, provocó las disculpas públicas del arzobispo de esa ciudad, el cardenal Joachim Meisner, quien ahora, a través de su portavoz, ha llegado incluso a autorizar el uso de ese medicamento para mujeres víctimas de abusos.
A mediados del pasado mes de diciembre y tras haber sido supuestamente drogada y violada, una joven de 25 años acudió a dos hospitales gestionados por una fundación católica, en donde fue informada por los profesionales sanitarios de que no atendían a mujeres violadas por el dilema que se les planteaba a la hora de suministrar la píldora del día después y las consecuencias que podría acarrear en su situación laboral actuar contra los principios católicos. Ante la indignación y la oleada de críticas recibidas por esta doble negativa, el cardenal Meisner ha reconocido finalmente que, tras recabar el asesoramiento de expertos, la píldora del día después es anticonceptiva y no abortiva, y que, aunque el aborto tras la fecundación sigue estando prohibido por la Iglesia, “si tras una violación se aplica un medicamento cuyo efecto es evitar una fecundación, entonces desde mi punto de vista es justificable”.
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