Nunca antes habíamos tenido a nuestra disposición tanta información para acercarnos al mundo de la sexualidad desde el punto de vista teórico. Esta afirmación, siendo aplicable especialmente a las mujeres, no implica una mayor facilidad de cualquiera de los miembros de la pareja para lograr entre ellos una comunicación sexual fluida. La doctora María Meyeregger, especialista en educación sexual por la Federación Latinoamericana de Sociedades de Sexología y Educación Sexual (Flasses), y terapeuta sexual, defiende la necesidad de transmitir al otro nuestras preocupaciones y expectativas en el ámbito sexual, como base para un satisfactorio funcionamiento de la pareja. Afecto, juegos previos, caricias, y todas las prácticas que puede abarcar la sexualidad, más allá del coito, forman un conjunto sobre el que se construye una relación sana en la que los inconvenientes que puedan surgir en lo estrictamente genital pueden superarse. Para ello es imprescindible que nos comuniquemos de forma desinhibida, una tarea que resulta ardua en el caso femenino, sobre todo considerando el contexto cultural en el que nacen muchas mujeres, y el papel secundario y de sumisión en el que son educadas.
El ingrediente principal para lograr un equilibrio satisfactorio en el plano sexual es una educación sexual que no solo incluya aspectos preventivos, sino que se extienda también al modo de negociar y acordar con el otro lo que queremos y lo que nos gustaría, siempre sobre la base del respeto. Saber comunicar a la pareja lo que no nos gusta es tan importante como saberla escuchar cuando nos lo está intentando transmitir.
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