La elección del 14 de febrero, Día de los Enamorados, como fecha para celebrar también el Día Europeo de la Salud Sexual, tiene como objetivo concienciar a la sociedad del impacto que tienen las disfunciones e infecciones sexuales en la salud de la población. Para las autoridades sanitarias, la salud sexual es "un estado de bienestar físico, mental, emocional y social relacionado con la sexualidad", más allá de la simple ausencia de enfermedad, disfunción o incapacidad. Tan importante es disfrutar de una relación amorosa sana, como de una relación sexual igualmente saludable.
Cientos de millones de nuevos casos de enfermedades de transmisión sexual se detectan cada año en todo el mundo. Muchas de ellas no presentan síntomas, por lo que permanecen invisibles, pero sus consecuencias son graves, de manera particular en mujeres embarazadas. La salud sexual es un derecho de todas las personas, y como tal, debe ser respetado, protegido y cumplido. Para ser ejercido plenamente, es necesario que vaya unido a una educación sexual adecuada, y a un disfrute responsable. Unas relaciones sexuales sanas y responsables que eviten embarazos no deseados, ausentes de cualquier tipo de violencia, discriminación o coerción, y que no pongan en riesgo la salud de nadie.
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