Oficialmente, Twiter no tolera la pornografía, pero la realidad es bien distinta. La red social cobija multitud de imágenes obscenas que dan lugar a un lucrativo negocio mediante el precio que alcanza la publicidad según crece el número de seguidores y de visitas de una cuenta. La pornografía circula libremente a través de esta red social, que se ha convertido en una óptima plataforma para los contactos sexuales y el intercambio de fotografías de contenido sexual explícito. El problema es que son muchos los menores de edad que también utilizan Twitter para subir fotos de sí mismos desnudos o en actitudes sexuales, y a su acecho circulan por todo el mundo pederastas que sin pudor exponen sus peticiones, preferencias y solicitan intercambio de fotografías. Realmente, determinados avatares y conversaciones no dejan lugar a dudas sobre esta preocupante y perversa utilización de una red social, que, por otra parte, posee múltiples virtudes. La Policía Nacional es consciente del problema, y también de las dificultades que entraña su eliminación. Twitter, sin restricciones para la publicación de fotos pornográficas, remite a su política de privacidad, y a lo más que llega es a desactivar cuentas ante una notificación de contenido inapropiado, pero el problema se reproduce en cuestión de minutos con un sencillo cambio de nombre.
Más información sobre el tema puede obtenerse en la página web de un activista en defensa de los menores en la red
http://www.mmadrigal.com/
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