La declaración presentada el pasado mes de septiembre ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU por la embajadora española, Ana Menéndez, instando a que se concentren los esfuerzos internacionales que permitan “luchar contra la impunidad de los crímenes con base de género”, ha sido respaldada por 61 países. Para España, la discriminación contra la mujer prevalece en todo el mundo, siendo la violencia de género la más severa consecuencia de esa discriminación. La persistencia de marcos legales discriminatorios y prácticas abusivas contra las mujeres y las niñas justifica esta iniciativa que pretende impulsar una resolución cuyo texto se someta a la aprobación del Consejo de Derechos Humanos el año próximo, en el que se contemplaría por vez primera el concepto de feminicidio como problema global.
La embajadora española ante la ONU defendió “el desarrollo de indicadores internacionales para la documentación e investigación de asesinatos con base de género” para asegurar “el respeto a la garantía de no repetición”.
Los firmantes de la declaración española se comprometen a dar los pasos necesarios para luchar contra la impunidad de los crímenes con base de género, aunque el objetivo de nuestro país a corto plazo es lograr más respaldos, especialmente de países como Estados Unidos, Rusia o China, que no firmaron la declaración. Aunque ésta generó rechazo en los países islámicos, cabe destacar el apoyo a la iniciativa española por parte de Marruecos y Turquía.
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