La Ley Integral de Transexualidad consensuada en Andalucía por grupos parlamentarios de izquierdas y varios colectivos transexuales podría quedar aprobada definitivamente en mayo próximo, convirtiéndose en la más avanzada de Europa. Con la futura ley, la identidad de género será algo determinado por la propia persona, y su pretensión es que las personas transexuales compartan en plano de igualdad todos los derechos de todo tipo con el resto de ciudadanos. Es una ley que fija que la transexualidad "no es un trastorno de la salud" y que "trabaja en lo que nos iguala y no en lo que nos diferencia", indicó la diputada socialista Soledad Pérez en rueda de prensa. Andalucía se convertirá así en la primera Comunidad Autónoma en reconocer el derecho a la libre autodeterminación del género, que se extiende también a los menores, y la obligación de la Administración autonómica de respetar esa identidad sin necesidad de informes psicológicos o psiquiátricos.
Un documento de identidad para transexuales, con plena validez administrativa para todos los servicios andaluces, les permitirá acceder a los tratamientos médicos necesarios sin necesidad de informe médico que acredite la condición de transexual.
El sexo (mujer, hombre) dejará de estar ligado a los órganos genitales biológicos o a un diagnóstico médico, y pasará a depender única y exclusivamente de la propia percepción.
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