Un informe del Pentágono ha desvelado que en los dos años transcurridos entre 2010 y 2012 ha crecido en torno a un 30% el número de agresiones sexuales dentro de las Fuerzas Armadas, lo que el presidente de Estados Unidos ha calificado de “inaceptable”. Del estudio interno, basado en la extrapolación de los datos obtenidos en las encuestas respondidas por los militares, se desprende que unos 26.000 militares sufrieron en 2012 algún tipo de asalto sexual, desde violación a tocamiento no deseado de genitales, pechos, nalgas o muslos interiores. “No hay tolerancia para esto. A quienes encontremos implicados en este asunto serán detenidos, perseguidos, expulsados de sus puestos, juzgados en corte marcial, despedidos y licenciados deshonrosamente. Punto”, afirmó Barack Obama después de que un oficial de la Fuerza Aérea, encargado de prevención de la violencia sexual, fuera detenido por una agresión de este tipo, y tras conocer el contenido del informe, que se basa en una encuesta enviada a 108.000 integrantes de las Fuerzas Amadas estadounidenses. Entre las encuestas respondidas, un 6,1% de las mujeres y un 1,2% de los hombres aseguraron haber sido víctima de algún tipo de asalto sexual. Las denuncias presentadas arrojan unas cifras muy inferiores, lo que significaría que muchas de las agresiones no se denuncian por temor a las represalias. El informe del Pentágono reconoce que el acoso sexual es un problema persistente entre los miembros del Ejército y que todavía queda mucho por hacer, además de revelar que las víctimas femeninas han ido en aumento, mientras que el número de las víctimas masculinas ha permanecido estable.
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