En un estudio realizado por investigadores del Servicio de Patología de reproducción humana del Hospital Universitario de Padua (Italia), basado en una muestra de 2019 hombres de una edad media de 19 años, se ha puesto de manifiesto la variación que ha tenido lugar en diferentes parámetros antropométricos como la relación entre la longitud del brazo y la talla, o entre las piernas y el tronco. Es evidente que en las últimas décadas la población tiende a ser más alta, pero lo que no resulta apreciable a simple vista es otra de las conclusiones del estudio, referente a la longitud del pene.
Mientras que la tendencia parece ser brazos más grandes y piernas más largas, el tamaño promedio del pene en reposo, sin embargo, ha disminuido 8 milímetros desde 1947. Después de la Segunda Guerra Mundial el sexo masculino medía una media de 9,7 centímetros, medida que en 2001 bajó a un promedio de 9 centímetros, para quedar en los 8,9 centímetros de 2012.
El estudio se ha llevado a cabo bajo la dirección del profesor Carlos Foresta, quien apunta a los cambios ambientales como responsables de la modificación observada, al afectar a la producción de hormonas a través de su influencia en el sistema endocrino. En cualquier caso, los científicos también mencionan la obesidad como posible origen de estos cambios morfológicos, ya que casi la quinta parte de los jóvenes objeto del estudio tenían una situación de sobrepeso. La obesidad influye negativamente en la producción de hormonas, sobre todo durante la adolescencia, de manera que, al parecer, menos testosterona significa un mayor crecimiento de huesos, pero un pene de menor tamaño.
Queda por efectuar un análisis sobre los cambios producidos en las medidas del pene erecto, aunque conviene recordar que el tamaño del pene en reposo no es necesariamente proporcional a su longitud cuando está erecto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario